viernes, 8 de noviembre de 2013

“Por ahora, no vuelvo a España”

La sección Vida & Artes, de El Paìs, abrió un espacio en www.elpais.com para que los lectores contaran experiencias problemáticas en viajes de turismo. Estos son algunos extractos:

■Mariela (México). Mi hija viajó a Alemania vía Madrid el pasado diciembre y no tengo palabras para describir el maltrato y lo humillante que fue la experiencia. Ella no pensaba quedarse en Madrid más que las horas que requería su conexión a Estrasburgo, pero le pidieron la famosa carta de invitación (iba a casa de la familia de su novio en Alemania) y nunca pudo llegar. El novio y su familia fueron al consulado en Estrasburgo para solicitar la carta, que fue tramitada y enviada con urgencia a Barajas. A mi vez, yo tramité otros apoyos por medio de la Embajada mexicana, pero todo fue inútil. La devolvieron a Monterrey, donde vivimos. Al día siguiente, mi hija tomó otro vuelo vía Atlanta-Fráncfort y entró en la UE sin problema.
■Pilar (Argentina). El año pasado estuve en España. Era mi sexto viaje a Europa y la primera vez que pisaba tierra española. Mi experiencia no fue agradable. El funcionario que nos atendió lo único que nos dijo fue: “Reservas”. Ni buen día ni ningún otro saludo. Yo llevaba un montón de reservas porque iba a parar en varios hoteles en distintas ciudades. Las miraba con desconfianza, como tratando de encontrar la forma para despacharnos. Me encantó España, me cayeron muy bien los españoles, pero el trato de las autoridades de inmigración deja mucho que desear. Por ahora, no vuelvo.
■Álvaro (España). Yo tuve la experiencia, en julio de 2008, de ser expulsado de Brasil en un viaje de turismo. Me devolvieron en el aeropuerto junto a tres amigos y a otra chica francesa. Íbamos con todo en regla: reservas, dinero suficiente, billete de vuelta, etcétera. Pero algunas reservas no las teníamos a mano, sino en las maletas facturadas, y la funcionaria no quiso comprobarlo. Luego nos enteramos de que esa mañana habían devuelto a cinco brasileños de Barajas y que estaban aplicando la famosa política de “reciprocidad”. A Brasil no vuelvo ni aunque me regalen el viaje.
■Martín. Soy colombiano y, desde hace varios años, también soy español. Como es natural, con el pasaporte colombiano se me selecciona “al azar” en todos los aeropuertos del mundo, incluido el de Barajas. Llegué de Colombia hace una semana y, al comunicar que venía de allí, recibí el “pase por aquí para un control”. En otras ocasiones he sido retenido o sometido a máquinas olfativas, siempre con el pretexto de una “selección al azar”. Lo extraño es que siempre me toca a mí.

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